Una sonrisa nunca está de más

miércoles, 17 de agosto de 2011

Llegó el día en el que me di cuenta de que la vida está para reírte de ella y no con ella; que si te caes, solo tienes que levantarte; que no te importe el pasado pero que siempre lo tengas en cuenta, que la vida es alegrarte los viernes y joderte los lunes, salir un sábado y estar sin pasta el domingo, gritarle a las personas que las quieres y saber pedir perdón, tener las cosas claras y decidirte en el último momento, jugar con fuego y quemarte; hacer estupideces sin parar pero que no te importe lo que piensen los demás, querer a quien te quiera y pasar de los que te odien; porque sentir dolor es inevitable, pero sufrir es opcional.

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